Al estadounidense, Sylvester Howard Roper, se le acuña la
invención de la primera motocicleta en el año de 1867, seguramente por aquel
entonces el objetivo de Roper con este aparato que constaba de un motor de
cilindro a vapor accionado por carbón, era el de recorrer distancias largas en el
menor tiempo posible.
Durante este siglo y medio de historia, este artefacto ha
tenido diferentes propósitos, pasando desde un uso deportivo, incluso laboral o
simplemente para pasear en los ratos libres.
Con el tiempo, este automotor gracias a los avances de la
tecnología ha alcanzado velocidades superiores a los 200 kilómetros, cualidad
que ha sido aprovechada por los miembros del mundo del hampa para delinquir con
sus caballos de acero de alto cilindraje.
El fleteo es quizás la mejor sociedad entre delincuencia y
los motores, esta modalidad de robo opera generalmente con unos delincuentes
que marcan a sus víctimas al interior de las entidades bancarias, para que
posteriormente, los asaltantes que estén a la salida del banco roben el dinero
que retiró la víctima en el banco minutos antes.
De acuerdo a cifras de la Policía Nacional, sólo en
Bogotá, en los primeros seis meses de 2014 se registraron 109 casos de fleteo
80 menos que en el mismo periodo de 2013.
Pese a que las cifras sobre esta repudiable actividad
delictiva han disminuido en la capital en
un 42 %, no es un dato alentador del todo, porque el atenuante de este número,
es que junio y diciembre, son los meses en que esta modalidad de hurto asciende
en gran parte porque los colombianos reciben su prima salarial.
Aunque el artículo 240B del código penal califica al
fleteo en la categoría de hurto y lo penaliza con penas en prisión de seis a
once años no excarcelables, la tarea por acabar con el fleteo no solo pasa por
las sanciones estipuladas, sino por una verdadera educación a la población, en
la que entienda que el camino para
crecer no está en ser hábiles con una moto de alto cilindraje para robarle al
prójimo.
Me gusto mucho que engancharas al lector por un tema que parecía llevarlo a una columna ajena a las modalidades de hurto, tiene un contexto muy interesante y un remate muy bueno, no se ve muy explicito tu punto de vista pero es objetivo y llega a un punto central el cual se desarrolla de muy buena forma.
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