Durante los últimos meses hemos visto en las tantas de
comerciales de los canales nacionales de televisión, la promoción del uso de la
TDT (Televisión Digital Terrestre) con esta tecnología se garantiza que los
colombianos tendremos la posibilidad de ver desde novelas a partidos de fútbol
con una alta calidad, aunque esto suena como un gran progreso para la TV
criolla, aprovecho para preguntarme cuando vendrá la restructuración de
contenidos de nuestra ‘tele’.
Este año se cumple el aniversario 60 del debut de la ‘caja
mágica’ en nuestro país, por aquel entonces el presidente de turno el general,
Gustavo Rojas Pinilla, trajo la televisión al país para la difusión de su
mensaje político, y de paso para la el entretenimiento y la cultura del pueblo.
Poco más de medio siglo de historia de la televisión ha
servido para ser el reflejo de nuestra sociedad, primero, con novelas como:
Café, La Casa de las Dos Palmas o Betty la Fea. Luego con el inicio del milenio
llegaron los realities, primero los de supervivencia y luego los de talento y
finalmente estamos siendo testigos de los rencauches criollos de series
norteamericanas.
De lo anterior, aprovecho para preguntarme porque solo
somos buenos para crear telenovelas costumbristas, que bien sea dicho son muy
apetecidas en el extranjero pero en los
demás géneros televisivos nos hemos convertido en compradores asiduos de formatos
europeos o estadounidenses.
Solo para citar un artículo del diario El Colombiano de
Medellín de enero de 2014, la inversión en el país para la televisión pública,
ha sido de 12 mil millones de pesos, siendo destinados gran parte de ellos a la
compra de producciones de talla mundial y en tanto el presupuesto para la creación
de contenidos no es considerable.
Aunque historias como las de Beatriz Pinzón Solano, Pedro
Coral, Don Chinche o Gaviota marcaron a varias generaciones de colombianos y de
paso sirvieron para mostrar una cara amable de nuestro país en tiempos del
narcotráfico, es bueno advertir que los formatos de televisión han evolucionado
y es precisamente a estos cambios que los creativos deben ponerle atención.
Si el público apetece de realities, seriados y talent shows
se debe apostarle a crear este tipo de contenidos, que son al fin al cabo los
que han mandado la parada en el prime time de los canales Caracol y RCN durante
los últimos años y así demostrar que en Colombia también se puede hacer
producciones diferentes a las telenovelas.
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