En
el año 2011 la Organización de Naciones Unidas (ONU) declaró que en ese momento
el mundo había alcanzado la cifra de
7.000 millones de habitantes distribuidos en 148.647.000 km2 de espacio. En ese
vasto terreno donde las etnias, culturas, religiones e idiomas pululan por
miles es natural que las diferencias sean parte del día a día, sino es cuestión
de ver la historia universal, en la que se ha disputado por el fuego, pasando
por dominio de territorios, incluso por temas religiosos.
En
ese barullo en el que se ha convertido el mundo a partir del siglo XX, por
razones como la alta competitividad que se vive diariamente y por los avances
tecnológicos. Esos 7.000 millones de habitantes, hay un grupo particular de
1.100 millones, los jóvenes, (15 a 25 años) distribuyéndose principalmente en
Asia con un 60% y el porcentaje restante en América Latina, África y Europa.
La juventud,
sí, la juventud esa que el merenguero dominicano Fernando Villalona define como:
" La juventud no quiere ni llanto ni dolor, ni guerra ni temor, la
juventud prefiere vivir con el amor". Aunque esta estrofa de este artista describe
a una juventud alegre, yo no creo que la actual lo sea.
Mi
definición de la juventud no es tan romántica o alegre como la de Villalona, mi
percepción de esta etapa de la vida la comparo con el cambio de llantas de un
carro de Fórmula 1. (Ver: http://goo.gl/1ODRje
). Afirmo que los jóvenes de ahora se parecen al cambio de neumáticos porque
inmersos en la realizad actual, todo lo hacen de manera rápida, a la ligera y
sin preocupaciones por las consecuencias de sus actos.
Precisamente
por la ligereza y velocidad de la vida de la juventud, están más propensos a
las malas compañías, promiscuidad, embarazos no deseados, drogas, alcoholismo,
violencia y un sinfín de problemáticas de nuestra sociedad.
Para
citar algunas cifras del Organización Mundial de la Salud (OMS) que reflejen
esa realidad las tres formas de morir más recurrentes entre los jóvenes son:
traumatismos causados por el tránsito, el VIH/sida y el suicidio. Se estima que
en 2012 fallecieron 1,3 millones de adolescentes en todo el mundo.
Por
estas cifras y por noticias que reportan los medios de comunicación día a día,
la reflexión a los jóvenes es que se debe disfrutar de manera responsable esta
excelente etapa de la vida así como lo decía el Chavo en una de sus canciones:
"si tú eres joven aun, joven aun, joven aun, mañana viejo serás, viejo serás,
viejo serás, al menos que con afán, que con afán conserves tus inquietudes y
así nunca envejecerás..."
Y al
aprovechar de manera eficaz la etapa de la juventud, cuando se esté en la vejez
se podrá recordar con dicha y alegría y no con arrepentimientos o lamentaciones
de lo que pudo ser.
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